Cuando la AAPET programó esta visita, aunque tuve mis reservas no lo pensé dos veces asi que me uní al grupo y nos fuimos de excursión.
No lo pensé dos veces porque como economista y aficionado a la comunicación siento especial debilidad por las empresas familiares. Y en este caso se trataba de una visita de la Asociación de Periodistas y Escritores de Turismo de Alicante, AAPET a una bodega familiar vitivinicultora del Campo de Elche.
No lo pensé por segunda vez por varios motivos sentimentales y gastronómicos.
Un motivo sentimental es porque el Campo de Elche me trae gratos recuerdos de los años que recién casado fui a residir con mi familia en la calle Capitán Alfonso Vives de esta extraordinaria y laboriosa ciudad, por motivos profesionales. Entonces en su entramado urbano realicé una obra pública importante y también entonces fue un reto laboral para mí.
Otro motivo sentimental es que entre sus Palmerales y Parques dio sus primeros pasos mi primera hija y dejé muy buenos amigos cuando me trasladó la empresa a otro lugar.
Un motivo gastronómico es el recuerdo de mis almuerzos en las Ventas y Restaurantes del Campo de Elche, muy habituales entonces y hoy en Matola y otras Pedanías, y a cual mejor, donde a excelentes arroces degustabas todos los productos de temporada de su huerta regados con un buen vino cosechero de barrica.
En esta ocasión, la visita era una buena oportunidad para compartir la mañana con los colegas y realizar con objetividad nuestra labor de ponderar lo que es bueno o criticar constructivamente lo que no nos guste.
La reserva mental de la que hablaba anteriormente se debía a mis apriorísticas dudas respecto a la calidad de algunos establecimientos actuales que nada conservan de aquellos vinos familiares y artesanales de antaño o que aportan poco valor añadido al producto.
También me animé a apuntarme a la visita porque algunos compañeros me aseguraron que me llevaría una sorpresa porque la habían visitado con anterioridad. Hice bien y efectivamente lo agradezco porque fue una buena experiencia para mí.
Ahora que la producción industrial se ha impuesto, necesariamente para mejorar y aumentar la productividad, se han sacrificado en ocasiones el paladar y buen hacer del enólogo por la química y las reacciones organolépticas de los caldos. En este caso he de reconocer que se trata de una empresa familiar con muchos años de historia, que cuida la calidad del producto y la imagen.
Lo mejor de la visita: el vino artesanal, el respeto por las fórmulas originales del abuelo FAELO, la amabilidad del personal y el entorno natural donde se encuentra enclavada la finca. Por cierto, tan cuidada está la finca y los detalles de la casa que pasear por ella y los márgenes de sus viñedos fue para mí muy motivador. Lo pasé muy bien, y nos atendieron mejor. Reitero que me gustó la experiencia y es un placer contárselo a ustedes y recomendarles que no dejen de acercarse por allí. Es un lugar ideal para ir con la familia y almorzar. Asistan porque la relación calidad precio de sus productos es elevada y además estarán colaborando a apoyar a una empresa verdaderamente familiar, preocupada por la naturaleza y lo tradicional, aunque a ellos les suponga mayor esfuerzo económico.
En definitiva es una empresa donde todos los miembros intervienen en las puntas de trabajo y que a mi juicio “PUEDE SERVIR DE EJEMPLO”. Así que permítanme que les pase los datos que tomé de ellos el día de la visita. Les prometo que siendo fiel a mi paladar, a mi compromiso de escritor y a mis recuerdos, pasé una mañana extraordinaria.
BODEGAS FAELO. MATOLA. ELCHE

Bodegas Faelo es una bodega familiar situada en la pedanía de Matola (Elche). Una zona con una fuerte tradición en la elaboración de vinos donde se elaboran los denominados Vinos del Camp d’Elx. En sus instalaciones llevan a cabo todo el proceso de producción del vino y organizan visitas guiadas para todo el mundo.
Cómo llegar:
– A 15 minutos de Elche por la AP-7
Horario:
De lunes a domingo de 10h a 18h
Edad mínima: Apto para todas las edades
Reservas y cancelaciones: es obligatorio ir con reserva previa.
Instalaciones: casa-museo-lagar, viñedos, nave de fermentación, sala de barricas y tienda
Precios: Desde 19,90€ hasta 29,90€
Más información: Ofrecen sus instalaciones para celebración de eventos, cursos de catas, reuniones, comidas, etc.

Alicante abril 2017

Por Damián Uclés Fernández

Jubilado, escritor y viajero

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