Como cada año, y este no ha sido una excepción, se representó el Auto Sacramental de Cañada los días 6 y 7 de enero.
En nuestro caso pudimos ir a presenciarlo el 6 de enero, y nos maravillamos porque no esperábamos ver nada igual. Ya desde el comienzo, la Banda de Música va guiando al pueblo hasta llegar a los escenarios clave donde se representan las diferentes escenas, y que se producen al aire libre.

“El origen de esta representación no es preciso” -nos comenta Antonio Díez, profesor de la Universidad de Alicante, que lleva cinco años realizando un minucioso estudio del Auto. “Pero sí sabemos que en 1881 nos llegan textos con diferentes características del Auto, como que hay que celebrar una Misa a los actores difuntos” – algo que se cumple a la perfección el último día de fiestas.

Según este estudio, que con tanto entusiasmo está acometiendo Antonio, hay garantía de su existencia y se puede corroborar su representación desde hace 160 años. Cañada perteneció históricamente a Biar, después a Beneixama y más tarde se unió a Camp de Mirra, para separarse definitivamente de él en 1843. Y en 1860-1870 empiezan a encontrarse evidencias de estas representaciones, configurándolo como el evento de carácter navideño más antiguo de la provincia de Alicante, incluso más antiguo que la Cabalgata de Reyes Magos de Alcoy.

Desde entonces se ha representado ininterrumpidamente cada año, a excepción de los tres años de Guerra Civil, como ocurre también con les Fogueres de Sant Joan.

Lo que más provoca asombro en Cañada es el hecho de que participe todo el pueblo activamente y caso de no ser del pueblo, deben pertenecer al Patronato de los Reyes Magos de Cañada. Si hay una característica que no puede faltar en las representaciones es que cada año deben cambiar los actores. Pero pese a que algunos textos son largos, esto no parece representar un problema para ellos pues prácticamente se conocen todos los papeles de los actores y actrices que intervienen.

Las representaciones duran alrededor de tres horas y media. Si hay que ponerle un “pero” al municipio es que sería buena idea habilitar un par de WC’s portátiles en los lugares más concurridos o donde el público permanece más tiempo, así como un tenderete con café y venta de licores típicos – herbero, mistela-, agua, etc. para poder combatir el frío y necesidades de los asistentes.

Si no lo han visto nunca, les animo a que lo hagan. Sorprende y emociona, y de paso verán una bonita zona, como es esta del Alto Vinalopó.

Texto: Cristina Arroyo Martínez

Fotos: Patronato de los Reyes Magos

Por Cristina Arroyo

Escritora. Autora de artículos turísticos. Autora de los libros "Los Vértices del Cariño", "Historias de un bar con música a menos tres escalones", y "La Senda del Camaleón". Editora de la novela histórica "Al-Azraq, el árabe". Presidenta de AAPET

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