Empieza la mañana del 1 de diciembre. Nuestro acto más honroso comenzará por la tarde.

Llamadas de anulaciones y disculpas, más anulaciones en correos, y también otros de confirmaciones. Una última llamada, la de Marcos Pavón. Su empresa, Bluemed Tours patrocina a un equipo de fútbol de la ONCE y casualmente juegan esa tarde. «Imagino que lo comprenderás» —me dice. Pero adivina por mi voz y en el transcurso de la conversación mi disgusto; y me dice que vendrá al acto.
Imprevistos de última hora que solventamos como buenamente podemos Damián Uclés y yo. Los demás ya están ocupados en otros menesteres. Es un gusto tener un tesorero que siempre está dispuesto «a dar el callo», un exdirector de la FGV repleto de humanidad. Llamadas y más llamadas. La tarde empieza a hacerse desapacible; viento y frío, y solo son las cinco. Más e-mails, whatsapps de disculpas… Dejo el móvil en la mesa y empezamos la preparación. Esa tarde conozco a Ashley, una chica muy agradable que aparte de trabajar como camarera es dulce y muy dispuesta. Sonia llegará más tarde, y es dulce y dispuesta también, pero a ella ya la conocía porque es hija de mi buena amiga Diana.

Las 19.10. José María Díez aparece por la puerta y respiro aliviada. La tarde que hace y conduce desde Benidorm para presentar a uno de los premiados. Empiezan a llegar los invitados. Hemos puesto una tela de raso con todos los nombres de los asistentes previstos (hasta las 12.30 horas de ese día).  A mí me gustaría verme  reflejada en un papel asistiendo a un acto, por discreto y sencillo que fuera. Lo comentamos Damián y yo, y así lo hacemos.
Van entrando en la Sala: familia, compañeros de la Agència Valenciana del Turisme, Profesionales del sector, los guías oficiales de turismo, los premiados, impecables y acompañados de sus familias, hasta que llega Benjamín Gualde, que aunque impecable, llega solo, y el grupo Aqualandia ha delegado en él para recoger el premio. Aparecen Pepa Zaragoza acompañada de su esposo, y Kiko Zaragoza, siempre tan amigable y educado. Siguen llegando invitados. A lo lejos veo a Vicente Marhuenda -me dice una chica joven: «me ha dado clase en la Universidad», y respondo yo: «y a mí también». Se me queda mirando. Existe una diferencia de edad entre nosotras dos pero Vicente, aparte de un monstruo del turismo, lo es también de la intemporalidad.

Llega Raquel Huete, nuestra autoridad en turismo que pondrá el broche final a una tarde que vislumbro llena de emoción.

Luis Seguí ya ha montado el trípode. Juan Guill está grabando en audio. Damián con la cámara preparada. Montse atenta a todo. Felipe frente al ordenador, concentradísimo. Compañeros de la asociación presenciando el acto, y arropada en la mesa por mis compañeros veteranos, que han depositado su confianza en mí. Van flamantes y elegantísimos. A ellos no hay que decirles lo que habría que decirles a otros sobre la vestimenta. Me suelen sobrepasar… Carolina me lleva dos palmos de altura y está flamante frente al atril.

Carolina abre el acto y me da paso. Agradezco la presencia de tantos amigos, invitados y desconocidos, que luego pasarán a ser conocidos. Veo a la Familia Zaragoza y nos llena de honra que estén compartiendo estos momentos con nosotros. Kiko dice unas palabras y comenta que son ellos los que se sienten honrados. Recuerdo entonces a Mario Ayús. ¡Cómo le hubiera gustado haber estado con nosotros! Mario, el próximo año sin falta.

Llega el primer premio, que es para Emilio Cano. Le oigo hablar al público y dice que no es lo suyo —discrepo totalmente—, que él está acostumbrado a hacer de guía. ¡Y tan acostumbrado! Su carné es el número 14. Veo a Kirsti, su mujer, emocionada. No es para menos…
Llega el segundo premio. José María lee el discurso largo de Aqualandia. Teníamos otro más resumido pero quizá quiso hacerle un guiño a María José Marcos, la Jefa de Prensa del grupo, y es que al llamarla, el que apareció fue Benjamín Gualde. Tras las risas y los comentarios Benjamín agradeció el premio para el grupo y comentó cómo Georges Santa-María fue tomado por un iluso cuando proyectó abrir Aqualandia en los años 80, pues decían que con las playas de Benidorm, ¿quién querría ir a un parque de agua?

José Tomás Lozano ya está en pie. Se ha preparado lo que va a decir pero él no necesita prepararse nada para hablar de Juan Portolés, su querido amigo, su compañero en tantas andanzas y proyectos turísticos. Emociona escucharle.

Carolina nos sigue contando historias de Alicante, curiosidades, nos distrae de nuestros premios para luego volver a ellos con más ahínco. Y llega la mención especial a la trayectoria de la persona. Intenta Rafa Rodríguez hacer un resumen del vasto currículum de Fernando Vera,  y recoge la mención con palabras de agradecimiento para Pedro Zaragoza, y comenta que en la Universidad de Alicante hay una cátedra  que lleva su nombre. Habla también de Juan Portolés con admiración. Se nota que lo conocía bien. El vicepresidente de la AAPET pide a la Directora General de Turismo que suba al escenario y ella le entrega el diploma al profesor. Es otro momento bonito y especial de la velada.

Luego llega el fin de los premios, los agradecimientos y las fotos. Los brindis y los momentos distendidos tras la entrega.

Y así viví yo nuestros Premios AAPET al Turismo Pedro Zaragoza Orts 2017. Gracias por hacerme sentir estos momentos.

 

Cristina Arroyo Martínez

Por Cristina Arroyo

Escritora. Autora de artículos turísticos. Autora de los libros "Los Vértices del Cariño", "Historias de un bar con música a menos tres escalones", y "La Senda del Camaleón". Editora de la novela histórica "Al-Azraq, el árabe". Presidenta de AAPET

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