El turismo vive un punto de inflexión. La presión regulatoria y social por acelerar la transición sostenible, la madurez de la Inteligencia Artificial (IA) y la evolución de las motivaciones del viajero están cambiando la oferta, la demanda y la gobernanza de los destinos.
Coincide, además, con la celebración del Global Tourism Forum 2025 en Bruselas (20–21 de octubre), una cita que pone foco en inversión, sostenibilidad e inteligencia artificial como palancas de competitividad.

1) Sostenibilidad operativa: del discurso al dato
La sostenibilidad pasa de narrativa a cumplimiento. Los destinos y empresas que lideran ya integran métricas de huella, indicadores de capacidad de carga, gestión hídrica y energía renovable en sus cuadros de mando. El visitante demanda coherencia: certificaciones con reconocimiento internacional, transparencia en datos y experiencias de bajo impacto.

- Qué hacer ya: inventario de emisiones y residuos por unidad vendida; eco-modulación de precios; acuerdos de compra de energía (PPAs) para alojamientos y DMO; movilidad de último kilómetro electrificada.
- Indicadores clave: tCO₂e por pernoctación, consumo hídrico por huésped, % de energía renovable, tasa de reutilización/reciclaje, % de proveedores auditados.
2) IA aplicada: productividad, personalización y gobernanza
La IA no sustituye la hospitalidad; la amplifica. Se consolida en tres frentes:
- Revenue & demand forecasting con series temporales híbridas.
- Experience design con asistentes conversacionales que ajustan itinerarios al contexto (clima, aforos, accesibilidad)
- Destination management, con analítica de flujos en tiempo real para proteger residentes y patrimonio.

- Qué hacer ya: pilotos de dynamic packaging con restricciones de capacidad; chatbots multimodales entrenados con contenido propio; gemelos digitales de destino para simular eventos/temporadas.
- Riesgos a vigilar: sesgos algorítmicos, privacidad, soberanía de datos y greenwashing algorítmico (optimizar métricas equivocadas).
3) Nuevos hábitos: viaje con propósito y fricciones mínimas
El viajero busca sentido, autenticidad y facilidad. Crecen el turismo regenerativo, el slow travel, la bleisure y las estancias work-from-anywhere. La accesibilidad universal y el diseño sin fricciones (pagos sin contacto, check-in autónomo, pases integrados de transporte y atracciones) pasan a ser estándar.

- Qué hacer ya: portafolio de experiencias locales regenerativas; estancias largas con servicios para teletrabajo; rutas temáticas inclusivas; pagos y entradas mobile-first.
- Métrica de éxito: valor añadido local retenido, satisfacción del residente, repetición y NPS por segmento.
4) Inversión y política pública: condicionar para transformar
La financiación se alinea con criterios de impacto (taxonomía verde, bonos sostenibles, fondos NextGen y banca de desarrollo). Los destinos que condicionan licencias, incentivos y promoción a resultados medibles aceleran la transición y reducen la presión sobre residentes.

- Palancas: tasas finalistas para gestión del patrimonio y movilidad; compra pública innovadora; ventanillas únicas para reconversión energética del parque alojativo.
5) Hoja de ruta en 10 acciones

- Auditar huella (CO₂, agua, residuos) y publicar objetivos anuales.
- Crear un data lake de destino con estándares abiertos y gobernanza ética.
- Lanzar un piloto de IA para forecast de demanda y gestión de aforos.
- Rediseñar movilidad de último kilómetro y señalética de impacto por ruta.
- Desarrollar producto regenerativo con proveedores locales certificados.
- Implantar accesibilidad universal en canales y experiencias.
- Programas de formación dual en IA, sostenibilidad y hospitalidad.
- Condicionar incentivos y promoción a KPIs ESG verificables.
- Medir satisfacción de residentes y empleabilidad local.
- Transparencia: tablero público con KPIs y avances trimestrales.
En mi opinión, las tendencias que marcarán el futuro del turismo son:
1. Sostenibilidad medible y regenerativa
Ya no basta con minimizar impactos: los destinos tenderán a regenerar el territorio, midiendo con precisión su huella de carbono, hídrica y social. Los indicadores ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) serán la base de toda política turística.
2. Inteligencia Artificial como eje de gestión y personalización
La IA permitirá anticipar la demanda, optimizar recursos y ofrecer experiencias hiperpersonalizadas. El reto estará en mantener el equilibrio entre automatización y hospitalidad humana.
3. Turismo con propósito y autenticidad
Los viajeros buscarán experiencias significativas, locales y éticas, en las que la cultura y la comunidad anfitriona sean protagonistas. Crecerá el “viaje consciente” y el turismo de transformación personal.
4. Conectividad inteligente y experiencias sin fricciones
Pagos sin contacto, asistentes virtuales, movilidad integrada y accesibilidad total definirán el estándar. La tecnología será invisible, pero omnipresente.
5. Gobernanza colaborativa y datos abiertos
La toma de decisiones se basará en datos compartidos entre administraciones, empresas y ciudadanía. La transparencia y la participación serán factores clave de legitimidad.
6. Financiación verde y turismo de impacto
Los fondos y políticas públicas se vincularán a resultados sostenibles. Quien no mida ni verifique su impacto quedará fuera del acceso a inversión o promoción institucional.
El turismo del futuro será sostenible, inteligente y humano: una industria basada en datos, guiada por valores y diseñada para generar bienestar tanto en el viajero como en el territorio que lo acoge. Solo aquellos destinos capaces de medir su impacto y transformar sus modelos serán verdaderamente competitivos.
Nota: Todas la imágenes, salvo la del Global Tourism Forum, han sido generadas con Inteligencia Artificial.
#GlobalTourismForum #LiTurismo