Los viajes turísticos estimulan sentimientos, producen sensaciones, crean recuerdos y llenan las baterías de vitalidad renovada.

Generalmente, cuando pensamos en turismo, enlazamos mentalmente con vacaciones, en una especie
de alianza indisoluble que consagra uno de los grandes logros sociales conquistados por la humanidad. La posibilidad de conocer otros entornos geográficos, otras comunidades, sus manifestaciones culturales, su paisaje y biodiversidad, dejaron de ser patrimonio de unos pocos y hoy amplias capas de la población mundial pueden acceder a disfrutar del turismo en sus diferentes formas.

También es turismo, sin embargo, viajar por trabajo, para acudir a una cita médica, asistir a una competición deportiva, disfrutar de un espectáculo musical o conocer la cultura del vino. Un número creciente de motivaciones dan lugar a una oferta turística cada vez más diversa y rica.

La provincia de Alicante es una de las más turísticas de España. El número de plazas, solo en hoteles y apartamentos, contabiliza más de 370.000, según el último dato estadístico ofrecido por la Generalitat Valenciana. Pero la industria turística alicantina es mucho más. Directamente turísticas son las agencias de
viajes o las empresas de turismo activo, así como la oferta de restauración (342.000 plazas).

Pero, además, hay una extensa e innumerable red empresarial que presta servicios y vende productos a turistas y empresas turísticas. En materia laboral, los datos de agosto de 2024 certifican que la hostelería concentraba el 13,8% de los empleos de la provincia, con 100.245 efectivos.


Esta fenomenal industria no es fruto de la casualidad, sino de la perfecta conjunción de tres elementos claves que explican su éxito. El primero, indudablemente, es el que tiene que ver las condiciones naturales. Esta provincia reúne un clima excepcional para disfrutar del aire libre y del mar Mediterráneo, un extenso litoral de 244 km que combina playas de fina arena, con acantilados de gran belleza y espectacularidad, y un interior montañoso, rico y diverso.

El segundo, la riqueza cultural que concentran los destinos alicantinos. Numerosos elementos de patrimonio material, con destacadas realizaciones de arquitectura civil y religiosa, con castillos, iglesias o
pintorescos pueblos, así como un patrimonio inmaterial valioso y rico, con fiestas reconocidas y singulares, como las Hogueras o Moros y Cristianos entre muchas otras. O una gastronomía inmensa, que extrae todo el sabor a los extraordinarios productos que ofrece nuestra tierra y su mar.


El tercer pilar del éxito turístico alicantino no es menos importante. Se trata de un ecosistema empresarial que ha sido capaz de convertir esos ingredientes en una oferta turística diferenciada y atractiva, capaz de responder a las necesidades de una clientela cada vez más diversa y exigente, y competir con argumentos sólidos en el reñido y globalizado mercado turístico nacional e internacional.

A los recursos originales, la provincia ha sumado nuevos atractivos, nuevas propuestas de ocio, espacios culturales, deportivos y de negocios, así como unas infraestructuras de comunicaciones de primer nivel,
para crear una tierra bendecida para el turismo, capaz de dar respuesta a casi cualquier deseo: el lugar ideal, que lo tiene todo para disfrutar de una experiencia inigualable.


Un exponente de este buen hacer empresarial es el que representa APHA, la Asociación Provincial de Hoteles y Alojamientos Turísticos de Alicante, organización decana en el sector, que viene operando ininterrumpidamente desde su creación en 1977 y que reúne un total de 111 hoteles, hostales, pensiones y apartamentos turísticos en 19 municipios de Alicante, que incluye desde la capital y su emblemática Playa de San Juan hasta destinos litorales al norte y al sur provincial, y también numerosos municipios de interior.

Es precisamente la capacidad de reunir una oferta de alojamiento tan amplia, en la que caben todas las categorías y segmentos de precios, y que se distribuye a lo largo y ancho del territorio alicantino, la que otorga a APHA una perspectiva plural y completa sobre las fortalezas y necesidades del turismo de la provincia, y la convierte en un interlocutor de excepción.

Luis Castillo, Presidente de APHA


Los retos del turismo actual vienen marcados desde las vertientes ambiental y social. Por un lado, está la necesidad de afrontar el cambio climático, un desafío global que el sector afronta con medidas que reducen la huella de carbono, y también adaptando la temporada turística al nuevo contexto climático.

En lo social, el turismo se prepara para maximizar el retorno en términos de bienestar y empleo para las comunidades anfitrionas, y por otra parte, gestionar adecuadamente los flujos turísticos para asegurar una convivencia armónica en los destinos. APHA defiende un modelo turístico basado en sostenibilidad, inteligencia, profesionalización, competencia en el marco de la legalidad, colaboración público-privada y lealtad institucional.

El liderazgo turístico de la provincia de Alicante merece el trabajo y esfuerzo de todos los agentes implicados, y APHA está y estará volcada en este empeño.

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