Este sábado 6 de mayo la visita de prensa de AAPET, enmarcado dentro del programa Anfitriones y la última de la temporada, nos ha llevado al histórico municipio de Onil, situado en la comarca de la Hoya de Alcoy. Se trata de una villa pequeña, con una población que a penas alcanza los 7500 habitantes, pero cuya grandeza en los sueños de los niños (y también de los mayores), no solo españoles sino de gran parte del mundo, no tiene fin. Aunque a eso llegaremos más tarde. 

 

   Y ahí estamos, el nutrido grupo de la AAPET, dispuestos a husmear en la historia y en los secretos de Onil que al igual que tantas otras localidades de la costa levantina presenta vestigios de la época ibérica y romana, al igual que de la musulmana y también vestigios de la guerra . En el Palacio Fortaleza del Marques de Dos Aguas, sede del ayuntamiento, nos esperan Humi Guill, Alcaldesa de la localidad, y Marcos Pardines, Concejal de turismo, para darnos la bienvenida con un café acompañado de una degustación de pastas típicas de la zona como rosquillas o dulce de boniato con cabello de ángel. Sienta bien un desayuno antes de emprender una ruta turística aunque también hay que reconocer que la gastronomía forma parte del turismo, por no decir que es una de las partes esenciales de cualquier visita en España en general y de Alicante en especial. 

De momento estamos disfrutando de un entorno envidiable con un esmerado programa que comienza en el interior del Palacio Fortaleza del Marques de dos Aguas. 

FOTO PALACIO 

    Uno se pregunta si esto es un Palacio o una Fortaleza. Pues parece ser que son ambas cosas, un Palacio para sus residentes tal y como lo ideó Ramón de Vilanova, barón de la Foia de Castalla y Señor de Onil y Fabanella, que fue el que mandó construir este Castillo en 1539 aunque la última piedra no se puso hasta 1614. Pero como decíamos también parece una fortaleza, con tres torres y una fosa, destinada probablemente a defender el sur del Reino de Valencia. Es de estilo gótico renacentista y sus dependencias están perfectamente adaptadas a las necesidades de los señores de aquella época incluyendo una cuarta torre que es el campanario de la iglesia perteneciente al castillo. Dicen que su nombre presta a confusión pero el caso es que el la Fortaleza Castillo la heredó Gaspar de Rocafull, a quien el Rey Felipe IV le otorgó el título de Marques de dos Aguas. 

   Esta Fortaleza Castillo es en la actualidad la sede del Ayuntamiento de Onil, pero alberga también otras dependencias como el Museo de las Fiestas, Moros y Cristianos que tienen su origen en la localidad hacia 1648. El Museo está dividido en dos salas, una la Sala del Fester, que resume la historia de las seis comparsas de las fiestas y la segunda, la del Ambaixaor, donde están los textos del origen de estas fiestas además de los trajes expuestos que son sin duda alguna de un gran valor artístico y artesanal. Y creo que es aquí donde asoma el valor económico de la fiesta. Porque la fiesta no es solo diversión, es también arte, cultura y puestos de trabajo. Muchos puestos de trabajo. 

   Víctor, que es un gran estudioso de la historia, nos ha explicado con todo detalle gran parte de los pormenores de las fiestas pero en el turismo hay que avanzar así que nos dirigimos al Museo de la Muñeca, porque Onil es la cuna de la muñeca, su gran tesoro que tiene un nombre, Ramón Mira Vidal, que con una idea creó un pequeño prototipo que luego, décadas después daría la vuelta al mundo en otros formatos, materiales, colores, tamaños y también sueños. 

     El museo es para ver, soñar, enamorar y disfrutar así que ahí van algunas de las imágenes..

     Onil todavía tiene mucho que ofrecer y los que hoy estamos disfrutando de esta visita nos dirigimos ahora al Refugio Antiaéreo SAF 15 donde nos espera Marcos Pardines, concejal de turismo, además de gran estudioso de la guerra civil. Nos cuenta que a comienzo de la contienda española, Onil se convirtió en un importante centro de fabricación de aviones de guerra. Los militares ahí instalados necesitaban un refugio en caso de ataque aéreo por lo que se construyó el refugio en 1937 destinado en exclusiva a los trabajadores del campo de aviación . Cabe destacar que este enclave fue el último en arriar la bandera republicana al finalizar la Guerra Civil.  Este refugio no es una atracción turística sino una memoria histórica de una contienda y un recuerdo de una tragedia que no hay que olvidar para que nunca vuelva a ocurrir. 

   Nuestra última parada es el Paraje Natural área recreativa de la Ermita de Santa Ana-Casa Tápena. Porque Onil es historia, es cultura pero también naturaleza. Y ahí Victor nos sorprende con un «refresco»,  la «Mentireta». elaborado por la heladería Chambit con café licor. Dicen que es algo muy típico de la zona, especialmente en fiestas de moros y cristianos. A saber…. nosotros a disfrutar.

   Pero lo que tenemos que hacer es dar un paseo y disfrutar de este enclave natural tan espectacular  conservado y cuidado con gran esmero. El Paraje Natural es muy popular, no solo entre los oriundos, sino también entre foráneos aficionados al senderismo que encuentran en las montañas que se acercan a Onil el sueño de su vida. Porque aquí, hay montaña, hay bosque, hay naturaleza, hay senderos para dar y tomar y además hay……. SOL.

   Y tras disfrutar de la «mentireta», de pasear por el paraje de la Casa Tápena y de empezar a digerir todas las experiencias vividas llega el momento gastronómico.

Casa Pili es nuestro destino y ahí nos espera un menú típico de Onil, con sus embutidos, «patetes», magro con tomate, ensalada con «aceitunas del cuquello», arroz de la abuela y gaspatxos d’Onil. Sobra decir que  hemos disfrutado de lo lindo de los manjares de la Casa. 

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