En la comarca de la Marina Baixa, en el municipio de Callosa d’en Sarrià, AAPET ha celebrado el tercer Press Trip de su programa #Anfitriones del presente año, pues en 2024 está llevando a cabo su segunda edición.

Callosa fue una alquería musulmana que tras la reconquista cristiana emprendida por Jaime I, fue adquirida por el almirante Bernat de Sarrià en el año 1290, de ahí que reciba el nombre de su antiguo señor feudal «d’en Sarrià». Desde aquel momento, fue adquirida por diferentes familias nobiliarias hasta llegar a la actualidad, cuyo título nobiliario pertenece a la familia Crespí de Valldaura.

La Casa de Cultura ha sido el lugar designado como punto de encuentro, y donde fuimos cálidamente acogidos por el alcalde de la localidad, Andrés Molina, y por la técnica de turismo, Irma Seguí.

Allí, el alcalde nos estuvo hablando de proyectos que está llevando a cabo el consistorio, como la reforma del Poador (lavadero). En 2023 se le concedió al ayuntamiento unas ayudas provenientes de Europa dentro del plan «conviure», y dentro de ese plan introdujeron la reforma del poador. Esas ayudas, afortunadamente han sido aprobadas, y con la dotación económica pretenden recuperar ese entorno.

También nos han dejado claro que el Fort de Bèrnia pertenece a Callosa, y que en abril/mayo se acometerán las obras para reformar el foso y valorizar un patrimonio que data de la época de Felipe II. Fue construido en 1562 con objeto de proteger la costa levantina de las incursiones berberiscas, pero en 1612 se ordenó su demolición por encontrarla ineficaz.
Por suerte, el ayuntamiento va a empezar a acometer obras de rehabilitación de esta edificación emblemática, que se ubica en un hermoso paraje, al que se puede acceder desde Callosa y desde Altea la Vella.

Tras una breve charla, subimos al primer piso de la Casa de Cultura, donde disfrutamos de un delicioso coffee-break que nos hizo tomar fuerzas, sobre todo a los que venían de más lejos.

Volviendo a la visita, entramos en el Museo Etnológico. La exposición permanente «Nosotros que fuimos…» nos da la bienvenida. Allí da cuenta de los oficios tradicionales de Callosa d’en Sarrià.

Hemos continuado de paseo por el municipio, y nos ha contado Irma cómo algunas de las casas señoriales por las que íbamos pasando tenían su propio acceso al agua del poador al que llegaremos durante este tranquilo paseo por el casco antiguo.

Las calles de santos y vírgenes tienen unos preciosos retablos cerámicos:

En el trayecto nos detuvimos en El Portal. Se trata de la última puerta que queda de la muralla, que databa del s.XIV.

Al fin, llegamos al lavadero, llamado oficialmente «El poador de la Font Major». Este fue construido en 1786, y sus doce caños hacían confluir a las mujeres que iban allí a lavar ropa, pero también de allí se tomaba el agua que se cargaba en burros, y luego se distribuía y vendía por las casas. Hace unos años, se derrumbó el tejado, y  está prevista la restauración de todo el espacio.

Es curioso ver en la foto antigua de más arriba cómo se distribuía el espacio para lavar la ropa: cerca del caño se lavaba la ropa bastante limpia, después la ropa sucia, y al final la ropa de los enfermos…

Pasamos por la ermita de la Aurora ,y nos indica Irma que el último sábado de septiembre se canta la «matinera», que es parecida al rosario de la Aurora, y se va cantando por todas las esquinas.

Ermita de la Aurora

Seguimos callejeando y descubriendo rincones:

Curiosidades que nos asaltan en el camino, como que el Mercado Municipal era la antigua prisión:

Nuestra siguiente parada ha sido la Iglesia Arciprestal de San Juan Bautista.

Se tiene noticias de este imponente templo desde el año 1574.
En 1765 se acomete la construcción del crucero y se acaba en 1786. Años más tarde se realizarían más obras en fachada (con mármol procedente de las canteras locales), y en el cuerpo superior de la iglesia.


La patrona de Callosa d’en Sarrià es la Virgen de las Injurias. Respecto a esto contarles una curiosidad, y es que una señora guardó la imagen de la Virgen en su casa durante la guerra civil, pero aún así fue encontrada, y quemaron la imagen. De las cenizas pudo rescatar esta señora tan devota una especie de ramillete de metal, que finalmente ha ido a parar a la mano de la nueva imagen de la Virgen.

La plaza del Convento es otro lugar emblemático, donde un mural nos da la bienvenida. Nos relata sus fiestas de Moros y Cristianos, en los que els balls moro i cristià son únicos, porque además hay constancia de que ya se representaban en el año 1892.


En la misma plaza accedemos a la capilla de la Virgen de las Injurias, que es preciosa, y cuyas vidrieras tienen un significado especial para los callosinos. Acérquense a verlas porque llaman la atención.

Comentarles que a los habitantes se les solicitó la posibilidad de aportar 5 euros para «apadrinar» una teja de la iglesia y así contribuir a su restauración, y tienen todas las tejas apadrinadas. Cada «padrino» sabe exactamente cuál es su teja. Les dejamos un plano para que las vean.

Después de comprar pan en uno de los siete hornos con los que cuenta este municipio de menos de ocho mil habitantes (dos de los hornos son de leña), nos dirigimos a un paraje tan turístico como sorprendente por su belleza: les Fonts del Algar, pero antes hablemos de los nísperos. Aunque también poseen producción de aguacates, la obtención de nísperos es copiosa, y solo lo que se produce en esta zona constituye el 70% de la producción total española.

Callosa está en plena época de recolección. Es un fruto único, con múltiples propiedades antioxidantes, con gran aporte de potasio, calcio, ácido fólico y diferentes vitaminas: B1, B2, y vitamina C. De origen chino, fue introducido en España por el botánico callosí, Juan Bautista Berenguer a principios del s.XIX. Tienen Denominación de Origen, y es en los alrededores del río Algar y el Guadalest donde se aglutina la mayor producción de níspero de España.
Nos ha contado el alcalde que los primeros nísperos que se conocieron vinieron de Sagunto y tenían el nombre de «nadalets».

Las Fuentes son un paraje sorprendente.
Irma nos explica que esa «leyenda urbana» de que les fonts son un circuito cerrado que funciona con una bomba no deja de ser una «leyenda», que además hace daño, porque nada más lejos de la realidad. Unas veces cae más agua que otras dependiendo de las lluvias de ese año.  Además, el Algar posee nada más y nada menos que 120 kms. de acequias. Casi nada.

Hacía un día soleado y mucha gente estaba disfrutando de un baño. El agua está entre 17-18º durante todo el año.

Por último, disfrutamos de una apetitosa comida en el restaurante «Algar de don Joan».

Nos prepararon un menú típico callosí. En los entrantes, pan con alioli y tomate, tabla de quesos callosinos, minxos y espárragos verdes con crema de nísperos.


Por cierto que los minxos se hacen con harina escaldada y sobre esta base, se colocan verduras tales como alcachofas, pimientos, tomates… y se le añade algún tipo de pescado, en nuestro caso, el calamar. Toda la comida con buenos vinos y cerveza que maridaron perfectamente.
Luego, como plato principal, un arroz «de montaña», muy contundente y rico.

Y para terminar, algo dulce: volcán de turrón con chocolate y nísperos, acompañado de un licor de níspero como digestivo.

Dimos por finalizada nuestra visita a Callosa d’en Sarrià, con tan buen sabor de boca, que sabemos que volveremos en otra ocasión.

Nuestro agradecimiento al Ayuntamiento de Callosa, en las personas de Andrés Molina (alcalde), Rafael Gregori (concejal de turismo, que lamentó no poder acompañarnos por encontrarse en plena recogida del níspero), y a Irma Seguí (técnica de turismo).

En este caso, nuestra anfitriona ha sido Mayte Vañó. Muchas gracias a ella también por su implicación.

Y nada mejor que un resumen de nuestro paso por Callosa d’en Sarrià, con este vídeo de Alison Lorente:

Fotos: Mayte Vañó, Inma Mengual, Pascual Rosser, Víctor Berenguer, Alison Lorente, Miguel Galvañ, Llanos Arsenal y Cristina Arroyo

Por Cristina Arroyo

Escritora. Autora de artículos turísticos. Autora de los libros "Los Vértices del Cariño", "Historias de un bar con música a menos tres escalones", y "La Senda del Camaleón". Editora de la novela histórica "Al-Azraq, el árabe". Presidenta de AAPET

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