Ciudades como Murcia que durante la canícula estival pudiera parecer que permanecen «dormidas», en realidad siguen muy vivas y tienen «oasis escondidos» como el Museo de Santa Clara, un verdadero placer para los sentidos.
Pasear por el Paseo de Alfonso X de Murcia siempre es un placer y si además haces un alto en el camino y entras en la zona de museo del Monasterio de Santa Clara la Real, cierras el círculo de forma extraordinaria.
Hagamos un viaje al pasado, imaginemos que estamos en la España musulmana del Siglo XII. Toda la zona de la actual Murcia y la región de Sharq al Andalus en este período previo a la llegada de los reinos cristianos, posee una gran importancia a nivel político, económico y religioso, por lo que allí se han establecido gobernantes de la nobleza islámica con amplio poder .Extramuros de la Medina, divisamos un bellísimo complejo palacial de recreo, un recinto que constituye la «Almunia Real» rodeada de extensos jardines de los que actualmente sólo se conservan los situados en el interior del Monasterio.
Los escritos nos cuentan que son años muy convulsos y peligrosos. El primero en ocupar este paraje es el rey taifa Ibn Mardanis más conocido como «El Rey Lobo» que le confiere las dimensiones y ornamentos propios de su estatus. Se produce la conquista almohade, y se han destruido muchas de sus estancias, se han ocultado pinturas por motivos religiosos cuyos restos se encontraron después en las cúpulas de mocárabes. Estamos ya en el siglo XIII. Se acaba de crear la tercera Taifa de Murcia, el rey Ibn Hud al Mutawákkil está construyendo sobre los restos del palacio anterior el Al-Qasr al-Sagir o Alcázar Menor por ser mucho más pequeño que el anterior. Es igualmente un palacio de recreo situado en la zona residencial de la Arrixaca. Pero en 1238 asesinan al rey musulmán. Nos encontramos ya en el año 1243. Se firma el Tratado de Alcaraz por el que la Taifa de Murcia pasa a ser protectorado de la Corona de Castilla. Los musulmanes aún mantienen su autonomía. Viajamos ya hasta el 2 de febrero de 1266 y este Alcázar Menor se convierte en Casa Real de la monarquía castellana. Desde ese momento, pasan aquí largas temporadas algunos de los personajes históricos más ilustres como Jaime I de Aragón o Alfonso X el sabio. Terminamos nuestro viaje en el año 1365 cuando Pedro I el Cruel dona todo el conjunto a la Orden de las Hermanas Pobres de Santa Clara, cuya propiedad se ha mantenido hasta la actualidad. En 1981 fue declarado «Bien de Interés Cultural»
Todo este legado se traduce en una visita más que recomendable, tanto por la belleza del conjunto que ha podido sobrevivir al paso del tiempo, como por la amabilidad de todo el equipo de recepción, guías y vigilancia que cada día trabaja para que vivamos una experiencia estupenda. En verano además hay visitas nocturnas para evitar las altas temperaturas. En la página web https://www.museosregiondemurcia.es/museo-santa-clara-de-murcia se pueden consultar todos los detalles.
El Museo es accesible en silla de ruedas gracias a varias rampas, elevadores y un ascensor de los que se ocupa el personal de seguridad.
Así que ya sabéis, ya tenéis otra «buena excusa» para volver a Murcia, una acogedora ciudad que siempre os recibirá con los brazos abiertos.
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