Teatro a la fresca escondido entre palmeras

Era un caluroso día de agosto. Un joven agricultor realizaba, como de costumbre, su trabajo en el campo. Pero, de repente, golpeó con una piedra dura que, al verla con más detenimiento, contenía en su interior una bellísima imagen de una mujer. Todo sucedía a las afueras de Elche, en La Alcudia. De esta forma casual e inesperada se produjo el hallazgo (escondido dentro de la piedra), hace más de 100 años, de la famosa y bellísima estatua de La Dama de Elche.

En este lugar, rodeado de palmeras, se encuentra actualmente el Yacimiento Arqueológico de La Alcudia. La tierra de esta zona fue muy demandada para usarla en las edificaciones en el siglo XIX y, en estos pequeños movimientos y acopios de tierra, se descubrieron vestigios de varios períodos de nuestro pasado (íbero, romano, etc.). En el museo se pueden ver utensilios de cómo era el día a día en aquellas épocas (cantimploras, regaderas, etc. cuando no existía el plástico aún; o la custodia de los ahorros cuando no existían sucursales bancarias). El mosaico es espectacular (no se lo pierdan).

Pero cuando cae la noche

En el siglo XXI, en verano, en julio, este pasado se transforma y, con juegos de luces y tablas; con la magia de la cultura y, a cielo abierto, bajo las estrellas, el yacimiento acoge el Festival de Teatro Clásico: ¡Menudo bonito escenario! Todo un “hermano pequeño” (pero que va creciendo con ímpetu) del Festival de Almagro.

Pasado y presente van de la mano

La XIII Edición de este festival acaba de terminar. Y, la venta de entradas de todas las funciones ha agotado el aforo (400 butacas). La razón es clara, además del amor por el teatro, el programa de obras seleccionadas es de elevadísimo nivel. Dos ejemplos, una de las obras, “El Rey Lear”, esta tragedia de Shakespeare (sobre el amor padre/hijas; disputas hereditarias, etc.) fue representada en clave de humor inteligente por el grupo portugués, Companhia do Chapito, en la que tan sólo tres actores hacían más de 60 personajes distintos. O, la obra que cerró esta edición, “Las Bingueras” (por Las Niñas de Cádiz) supieron tratar eternos dilemas, también con muchas risas hilvanadas con acotaciones de gran actualidad (pe. maltrato de hijos a padres; problemas de pareja, etc.).

Arte y palabra también caminan juntas

La entrada al recinto se hace ya con la puesta de sol entre palmeras (no hay problemas de accesibilidad, ya que cuentan con un parking próximo y otro más cercano al teatro).

Al aire libre, en el recinto hay un pequeño bar con mesas para poder quedar con los amigos y tomar algo antes de la representación. Olvídense de los calores y del aire acondicionado en este rincón.

Una de las actividades complementarias al festival es la posibilidad de realizar visitas guiadas por el Parque Arqueológico con la singularidad de que son los propios investigadores quienes cuentan, en primera persona, su trabajo y sus estudios.

La Universidad de Alicante, a través del Instituto de Investigación en Arqueología y Patrimonio) es una de las entidades que patrocina estas grandes “aulas”, abiertas al público en general.

Anoten este Festival. En Elche, entre palmeras, tienen una cita veraniega con el arte, con la cultura, con la historia y, con las palabras… ¡En julio se abre el telón del Festival de Teatro Clásico La Alcudia!

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