Hay documentales que entretienen. Otros informan. Pero hay algunos, como «La arqueología olvidada «Aigües Baixes: un fortín íbero arrasado«, que nos sacuden la conciencia. Dirigido por Santiago Secades y Dave Castaño, fue presentado en El Campello el pasado mes de mayo, este corto – documental se ha convertido en una llamada de atención a nuestra memoria colectiva… y a nuestra responsabilidad con el pasado.
El documental, de 27 minutos de duración, ya ha sido protagonista en varias proyecciones y mesas redondas (el próximo 14 de noviembre se va a proyectar en el Museo Arqueológico Nacional –MAN-) y también ha sido seleccionado en varios festivales —Firenze Archeologicalfilm (Florencia, Italia), The Archaeology Channel International Festival (Oregón, EEUU) y FAB Festival dell’Archeologia di Bacoli (Napolés, Italia)—. Todo esto, por su valentía al documentar un hecho doloroso: la destrucción de un fortín íbero único en la provincia de Alicante, localizado en el Barranc d’Aigües (El Campello).
Excavado, estudiado y a punto de ser declarado Bien de Interés Cultural, fue arrasado por una excavadora en 2014 sin posibilidad de recuperación. ¿La razón? Falta de protección. Falta de visión. Falta de conciencia…
«Cuando conocí el caso, pensé ‘aquí hay un documental’, es increíble lo que ocurrió«
–Santiago Secades (Una décima de segundo Producciones)-
Tras su visionado, es inevitable preguntarse: ¿Cuántos otros vestigios históricos siguen ocultos bajo nuestros pies? ¿Cuántos fortines, necrópolis, calzadas, hábitats íberos, restos romanos, islámicos o medievales yacen aún sin estudiar, sin proteger, sin siquiera sospechar que existen?
Este documental nos pone frente al espejo: no solo hemos perdido una pieza arqueológica irreemplazable, sino también parte de nuestra identidad. Y al hacerlo, pone en valor a todos los profesionales —arqueólogos, técnicos, divulgadores— que luchan cada día para que esto no ocurra
Afortunadamente, hay señales de esperanza. Lugares en los que se está actuando con visión de futuro. Como con el Tossal de la Cala en Benidorm, un yacimiento íbero-romano interpretado como castellum (*), recuperado y puesto en valor por la Universidad de Alicante y el Ayuntamiento. Aún en medio de la vorágine urbanística, hoy puede visitarse, cuenta con señalización y se ha convertido en un interesante recurso turístico-cultural.
(*) Documento MARQ 1986

O como la ciudad romana de Allon, en Villajoyosa, cuyos restos se documentan y protegen incluso en espacios urbanos aún no musealizados -Termas de Allon-.
«Estamos ante el hallazgo arqueológico romano más importante de España en la última década»
–Antonio Espinosa (VilaMuseu)-

Son ejemplos que demuestran que SÍ se puede: documentar, preservar y divulgar … A veces, basta con no destruir. O con detenerse a mirar… ¡Las nuevas tecnologías pueden ser grandes aliadas de la Arqueología y del Turismo!
¿Y si el verdadero tesoro turístico está bajo tierra?
El turismo cultural es una de las tendencias más sólidas en el mundo. El visitante del siglo XXI no sólo busca sol, gastronomía o experiencias… busca, cada vez más, conexión emocional con el lugar que pisa. ¡Y nada conecta más que conocer las raíces de un territorio!.
La provincia de Alicante atesora siglos de historia aún por contar: villas romanas, restos íberos, calzadas, necrópolis, muros, restos de murallas,… Lugares que podrían formar parte de rutas, itinerarios o hasta experiencias inmersivas. Pero para contarlo, primero, hay que conocerlo y protegerlo.

En este sentido, el documental «La arqueología olvidada «Aigües Baixes: un fortín íbero arrasado« no es solo una historia local sino un aviso para todos. La historia no solo se escribe en los libros. También bajo los caminos, entre las cañas de un barranco, en el fondo de una cala… Lo que no protegemos hoy, puede ser el vacío del que nos arrepintamos mañana.
Todos sabemos (o deberíamos saber) que el futuro del turismo cultural pasa por la sensibilización, la documentación rigurosa y la implicación ciudadana e institucional.

¡Miremos al suelo con otros ojos!
El cine tiene el poder de remover conciencias. Así es cómo este documental invita a preguntarnos:
¿Cuánto más podríamos saber de nosotros si no borráramos nuestras huellas? ¿Cuántas historias apasionantes se pierden cada vez que se arranca un muro, se allana un promontorio o se ignora una cata arqueológica? El suelo que pisamos no es solo arena o asfalto ¡Es historia viva! Preservarla no es un lujo. Es una oportunidad. ¿Verdad?
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